En 1872, la Junta Directiva de la Asociación de Católicos de esta ciudad puso bajo la protección de una sociedad de señoras un asilo de niñas huérfanas llamado San José
Tras una reunión y aceptando la responsabilidad y las funciones del asilo, se propusieron acoger el mayor número de niñas huérfanas posible para atender sus necesidades. Para conseguir dicho objetivo, el Asilo de San José se puso a cargo de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl.
La casa se mantuvo con el producto de suscripciones voluntarias de vecinos caritativos del pueblo y con las limosnas que pudieron obtener.
Las hermanas creyeron conveniente abrir inmediatamente clases gratuitas para niñas pobres externas.
Al ir pasando el tiempo se fue aumentando el número de internas y externas y, al estar al arbitrio de limosna, obligó a las hermanas a desplazarse por la zona en busca de ayuda.
Las hermanas fueron ayudadas por una asociación de señoras protectoras para conseguir fondos y mantuvieron durante bastante tiempo un bazar. El número de internas se elevó a 65 y el de externas a 250.
En 1949 el Ministerio de Educación Nacional otorgó la autorización definitiva para impartir enseñanza primaria en las Escuelas del Niño Jesús. En 1952 se logró el reconocimiento como centro docente benéfico lo que le aseguraba una ayuda estatal.
En 1957 el colegio recibió una solicitud del Ministerio de Justicia para instalar en él un internado y medio-pensionado dedicado a niñas pertenecientes a este departamento.
En 1964 se inauguró Villa Milagrosa, una casita entre la playa y un pinar dedicada a llevar en el verano a las internas que no tenían posibilidad de ir con sus familiares.
En el año del centenario (1972) la corporación municipal regaló al colegio los metros cuadrados que eran necesarios para poder construir, según la ley de EGB, un nuevo colegio, una escuela hogar y una vivienda para la comunidad.
En el año 1976 se inauguró el nuevo colegio llamado Luisa de Marillac. Era un centro concertado con 8 unidades (345 alumnos) y 2 unidades de preescolar sin concertar (80 alumnos).
A lo largo de todos estos años, el colegio se ha ido convirtiendo en un referente a nivel socio-educativo en su ciudad, gracias a la labor de cientos de personas que han ido dejando huella en el pueblo.
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